Tuesday, May 10, 2005

Solo el Vapor

En un poemario muerto dejaría las huellas invisibles

Vería escurrir tu húmedo bikini

Un viscoso hocico devorara mis ansias

Sombra y raras virtudes para salvar memoria y conciencia

Coincidencia: el roto hombro embroma la quietud

Y calla el todo impune de la misma razón que se evapora

Gotas de tarántula
Enjambre de temor donde reposa suerte
Teje triples pretextos, largos agujeros
Piel de erizados verdes
Ocres alucinantes
Obstinante mapa de frialdad innata
Sepulcro del trópico
Cajonería de bragas clandestinas
Para calmar la fiebre
Y fingir la caliente muertedumbre
Negación latitud de la alta espera.

Se va

Cuando se va queda el vestigio dormido


Se va cuando las hojas recuperan el verde
Cuando el agua se antoja como la llama cumbre
Cuando la luz se eclipsa con el enorme rojo
y se disipa el canto del calor en los ojos

Se aleja en las holandas de la tibieza intima
Era solo una idea que se dibuja tísica
La mentira infantil de un alma inverosímil
en la memoria esencial de la expandida llaga

Se engendra en las exequias de una sonora copa
Su lejanía de hiedra su palpitar cetrino
Su olor hecho herramienta de la atrapada fiera
Su sexo mal herido trocado en un carbunco

La desleal cadena que le ata a la hoguera
Flama de muelle herido adentro de la idea
Pensamiento anegado de madres silogismos
En la margen ungida de sucias oquedades

Narra su andar anciano la lentitud del tedio
La despistada senda que se agota en sí misma
En la fría manera de servirse arrogante
del imperioso acento de la lluvia y del hielo

Alucinando al borde de la asolada niebla
le sucede lo mismo que al maniquí olvidado
se le corre la espuma en ademán de sierva
y le brotan tumores en el cáncer antiguo

Chabihau, Yucatán enero de 2005

Monday, May 09, 2005

RECUERDO

Para: Yulius, que se quedo en un beso
que renace en mis labios cada vez que la pienso

Y se redime el diario caminar de la arena
arcilla y verde aliento por encima del muro
solo el recuerdo muere si se estanca la hoguera
arder es el destino de la memoria esquiva

Adentro esta el conjuro de los risos
el caminar del brazo de la entre pierna
lugar donde se fragua la ostinante boca
agua de los arrestos en domino aterido

Abajo esta la plaza con su entre tela
Divisa de la herida que de sanar se cansa
Dulce montononia de la palabra incierta
funda la docil mano que preside la esquina

Tiempo de la memoria que aun se dice en acento
Jacarandas violaceas que cantan en el cuerpo
Te recuerdo como eras en el ultimo beso
En el ocaso otoño que se envolvio en tu seno

Te recuerdo en dos brazos que colmaron mis sienes
Te recuerdo en los blancos jardines de tus flores
te recuerdo en recuerdo de tu sonrisa invicta
y rememoro el cingulo de mi apurado rezo

Chabihau, Yucatán a 10 de diciembre de 2004

David y Goliat

“...David era un muchacho astuto,
y Goliat, una estúpida masa de carne;...”
José Saramago

David blande una onda a distancia del tiempo
ante la historia cándida conjura su osadía
Sabe que su talante no tiene sacrificio
y vuelca sobre el mundo furia y lamento

Goliat no tiene un arma con alcance tan largo
dibuja con su espada la senda de la muerte
y reta al holocausto de la verdad perenne
no sabe que define los siglos de mentira

David cuerdas en sierpe lanza una humilde piedra
proyectil que lo libra de la lucha y la muerte
Rompe la vida frágil del gigante lejano
con el filo de espada que porta en su arrogancia

Goliat muere en desigual combate
La astucia tecnológica derrota al filisteo
Su masa corporal no toca teologías
Treinta siglos y aún ayer, David era Goliat